Acerca de la nueva sociología hologramática
- Complexus
- 21 jun 2019
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“No está confirmado que la sociología mejore las sociedades, pero sí que estas serían peores de lo que son si la sociología no les devolviese una imagen de ellas mismas más o menos verosímil y, en la mayor parte de los casos, una imagen bastante poco complaciente.”
Para sus inicios la sociología estaba influenciada por las ciencias de la naturaleza “Naturwissenschaften”; si entendemos estos inicios como finales del siglo XVIII. El triunfo de la revolución francesa y la caída de la cabeza del rey, señalan el inicio de un nuevo tiempo.
En este devenir se erige la ciencia como un nuevo tótem sagrado de la modernidad. En realidad es un proceso que se viene desde el inicio mismo de la humanidad. Las preguntas ontológicas y la explicación del universo hasta ahora son motivo para los diversos intentos de explicaciones y construcciones teóricas.
“La estructura de las revoluciones científicas” trata de explicar este desarrollo, la crisis de las ciencias y los cambios de paradigma. Para la época de Thomas Khun ya se había detonado la bomba atómica, y así como lo dice en una entrevista Edgar Morin: “El vínculo que encuentro esencial que concierne al pensamiento complejo está en lo cognitivo y en lo ético.”
La humanidad ha transitado en los diferentes estadios históricos bajo ciertos principios. ¿Es necesariamente la evolución una constante de éxitos para los descollados de la historia?
Cuando hablamos de las tablas de verdad en álgebra, existen dos clases de razonamientos: falsos y verdaderos. En el mundo de las ciencias de la naturaleza funcionan perfectamente estos razonamientos. Cuando construimos sistemas lógicos e informáticos utilizamos estas herramientas que nos ayudan a descifrar los resultados. Se ha llegado a un nivel tal de abstracción, y escuchamos la palabra “algoritmos” como si fuese un mantra de una nueva religión futurista.
Cuando los españoles les enseñaron a los indígenas la religión católica, les tuvieron que enseñar el cielo y el infierno. Así de sencilla es la vida, les decían, mientras ellos tenían un complejo sistema de rituales y simbolismos culturales que fueron literalmente sepultados.
Por ejemplo en este caso la verdad europea venía de las guerras religiosas medievales, las cruzadas. Gracias a los aportes de la ciencia se logran incluso defender y ampliar las conquistas de llamado mundo civilizado.
Todo esto tampoco tiene que ser una tautología para la teoría sociológica. François Dubet afirma: “...la diversidad de paradigmas y métodos no debe llevarnos a un estricto relativismo”.
Entonces, ¿qué es lo que busca la teoría social?
Evidentemente las instituciones norman las pautas de conducta, pero hay un interfaz que no alcanzamos a comprender. La realidad va mucho más allá de las teorías. En este esfuerzo por entender los cambios podemos identificar a la Complejidad.
Ya Orwell advertía que nuestras profesiones se han hecho funcionales al sistema.: “para que nunca se vuelva a dar una revolución”. Acaso nos hemos transformado en simples burócratas, capacitadores, educadores, proyectistas, y encuestadores; que es el último peldaño de esta escala.
¿Qué tenemos que decir acerca de todos esos postulados de la ética, de la crítica?
Como sabemos no hay peor cosa que un debate de por si gastado. Esa labor fecunda del sociólogo tendrá que surgir, como ha surgido en los diferentes contextos.
La reconstrucción del fenómeno desde diferentes perspectivas nos ayudará como herramientas para el análisis objetivo. Aquí se puede ver un pequeño cambio adecuado a una época dispuesta a rebatir las verdades absolutas.
Después de superar las tres dimensiones de la perspectiva, la reconstrucción del holograma permite tener una fuente objetiva de información verosímil, al menos desde el contexto referenciado.
Dan Yamir Pérez

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